TIPS PARA GESTIONAR TU SALUD MENTAL
Llevamos varios meses transitando por un camino inusual y no previsto en nuestros mapas mentales. Seguramente, como somos seres únicos y exclusivos, la forma o el ritmo de transitarlo está siendo diferente para cada uno de nosotros. Todos estamos pasando por un proceso de duelo que ha supuesto para algunos la pérdida de uno o varios seres queridos, un trabajo, quizás una relación, condición física, salud mental, libertad,…
También notamos que nos convertimos, en muchas ocasiones, en un carrusel emocional, obligándonos a desarrollar día a día estrategias que nos ayuden a cultivar nuestra capacidad de resiliencia. En ese sentido cada hogar conforma una historia diferente y cada persona deberá ajustar sus tiempos y sus condiciones de acuerdo a sus necesidades y capacidades. El respeto y la responsabilidad son dos de los valores que deberíamos incluir en nuestro itinerario.
El territorio que se dibujará aquí es genérico y evidentemente en construcción así que cualquier modificación es perfectamente admisible durante el recorrido.
- Toma las medidas de seguridad estipuladas por los organismos oficiales que te ayuden a sentirte protegido.
- Infórmate siempre en fuentes fidedignas y expertas sin sobre estimular a tu cerebro. Es mejor una información sencilla y clara que te sirva de guía.
- No escuches a tus pensamientos catastrofistas. El cerebro siempre busca su supervivencia y se prepara desde un territorio negativo. Focalízate en pensamientos positivos y que te generen energía constructiva.
- Vigila tus expectativas. Tanto las muy positivas como las muy negativas deforman la percepción de la realidad. Cíñete aquello que tu puedes construir.
- Estipula rituales de inicio y finalización del día. Al despertar haz unas respiraciones conscientes que serenen tu actividad mental y vuelve a ellas en cualquier momento. Finaliza el día recordando alguna acción positiva y sé agradecido con ello. El agradecimiento te ayudará a conciliar el sueño.
- Mantén aquellos hábitos de salud mental que te han ayudado durante el tiempo que has estado confinado. Prémiate por haberlo conseguido.
- Cuida tu alimentación. Mejor evitar un exceso de azúcares. Producen inflamación y generan ansiedad.
- Haz deporte, aunque sea en los tiempos que puedas. Los beneficios psicológicos y físicos son importantes.
- Cuida tu relación social. Sé responsable e intenta marcar tus límites y el de los otros como un acto de amor hacia los demás.
- Cuida tus horas de sueño. Esto nos ayuda a regular mejor nuestras emociones y nuestra capacidad de atención.
- Permítete sentir cualquier emoción. Son connaturales a nosotros y nos informan de la situación que vivimos. Desde la consciencia podrás encontrar una forma de regularlas y gestionarlas.
- Focalízate en tus fortalezas y dirige tus pensamientos hacia ellas con un lenguaje positivo y en presente. “Soy fuerte y dispuesto”, “estoy cambiando y me gusta”, “aquello que doy es lo que recibo de vuelta”, “soy responsable y me reconforta.
- Conecta tu mente al presente y se consciente cuándo va hacia el pasado o hacia el futuro y redirígela.
- Haz aquellas cosas que dependen de ti. Con las otras no puedes hacer nada y si decides controlarlas te generarán estrés.
- Comunícate desde el asertividad y evita palabras que dañen o produzcan un desencuentro.
- Cultiva tu serenidad. Medita. Dedícate un espacio al día de bienestar. Tu estado mental condiciona tu forma de vincularte con los otros y con la vida.
- No huyas del miedo e intenta afrontarlo. Si poco a poco das la cara te sentirás más poderoso.
- Intenta abrir tu mente, comprender el punto de vista de otro, respetarlo y no sólo focalizarte en lo que resta o es negativo para ti o los demás.
- Las emociones se contagian. Crea climas positivos.
- Sé compasivo contigo y con los otros. Un día malo no es sinónimo de un fracaso. Cualquier situación es un foco de aprendizaje. Siempre tienes la posibilidad de mejorar.
- No olvides que tus valores te guían en tu camino así que ves hacia ellos cuando lo necesites.
LOS SERES HUMANOS SOMOS SERES EN CONSTRUCCIÓN Y TENEMOS EL PODER DE REINVENTARNOS. CONFÍA. EL CAMINO LO DIBUJAS TU.
Cristina
Psicóloga