TIPS IX: TRABAJAR LOS LÍMITES EN LOS NIÑOS
Entender la importancia de los límites es necesario en la vida de cualquier niño o niña. Consiste en enseñar reglas y normas a nuestros hijos que les ayuden a socializarse y a ordenar sus emociones y su mundo interior. ¿De quién dependen estos límites? La educación va a ser un factor determinante, de ahí que los padres no deben descuidar esta faceta en el crecimiento de sus hijos. Existen límites que podemos pactar: la hora de llegar a casa, de hacer los deberes y otros, que tienen que ver con su seguridad, son inamovibles como cruzar una calle con semáforo en rojo, por ejemplo. ¿ Qué ocurre cuando no se enseñan o cuando se traspasan? En el primer caso el niño se siente inseguro e intranquilo en su mundo. En el segundo necesitamos herramientas de comunicación con nuestros hijos que les ayuden a contenerse y a respetarse a ellos mismos, a nosotros y a su entorno. ¿Cual serían, por tanto, las acciones que podríamos hacer para potenciar el aprendizaje de los límites en nuestros hijos?
Aquí tenéis algunas claves:
- Educa en positivo y refuerza las conductas positivas. El niño tenderá a repetirlas. “ Te felicito porque has sido capaz de acabar a tiempo tus tareas”
- No castigues gratuitamente. Es mejor hablar de consecuencias lógicas y siempre con una explicación que las sostengan. “No era el momento de molestar a tu hermano porque estaba trabajando así que tu alargarás tu tiempo de trabajo mientras que él terminará y podrá jugar.”
- Pon consecuencias adecuadas a la edad y al contexto. Por ejemplo los niños pequeños no pueden atender a grandes explicaciones así que debes ser breve y directo.
- Ofrece un buen modelo. Si no quieres que usen el móvil en una hora determinada tu tampoco debes hacerlo.
- Ofrece salidas a la situación. Muchas veces un buen pacto puede ayudar a un buen aprendizaje.
- Anticipa las conductas. “Recuerda lo que ocurrió ayer con este tema y lo que acordamos…”
- Ten muy claro que la finalidad es corregir conductas NO calificar a tu hijo. “Eres un desastre. No hay quién entre a tu habitación”
- Cumple las consecuencias o lo que marcas como límite. De otro modo perderás autoridad.
- Sé paciente y regula tus emociones. Las palabras que les dicen son importantes y también lo es tu serenidad al decirlas.
- Potencia la reflexión y la escucha. Enséñales a expresar sus emociones y a reconducir la situación desde la reflexión.
Cristina López
Psicóloga